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Una de las principales tareas y retos como padres es iniciar a los hijos en el camino de una alimentación saludable. De hecho, una nutrición completa es clave para el desarrollo integral de los más pequeños. Para ello, nada mejor que ir introduciendo una serie de estrategias que permitan fomentar buenos hábitos alimenticios en niños.

Una nutrición adecuada desde temprana edad ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad o la diabetes. Además, los buenos hábitos alimenticios establecen las bases para una elección saludable en la edad adulta. Así pues, debemos enseñar a nuestros hijos a disfrutar de una mayor variedad de alimentos nutritivos en su justa medida.

Consejos para fomentar buenos hábitos alimenticios en niños

Fomentar buenos hábitos alimenticios en los más pequeños contribuye a mejorar su bienestar físico y mental. A su vez, ayuda a su crecimiento y aprendizaje. Estos que te proponemos a continuación son algunos de los hábitos y rutinas que recomendamos iniciar con los niños.

Involucrar a los niños en la cocina

Cuando los niños participan en la preparación de los alimentos, desarrollan una comprensión y un mayor aprecio por lo que comen. Esta actividad no solo les enseña habilidades culinarias básicas. También ofrece una excelente oportunidad para hablar con ellos sobre los beneficios de los alimentos y la alimentación saludable.

Si los niños son los que eligen los alimentos, a buen seguro se les despertará la curiosidad de probarlos. Además, cocinar juntos fortalece el vínculo familiar y hace que la experiencia de comer sea mucho más satisfactoria.

Establecer un horario de comidas

Otro de los hábitos alimenticios en niños más interesantes es establecer un horario de comidas habitual. Si los más pequeños tienen horarios fijos para comer, aprenderán a reconocer las señales de hambre y saciedad. Una práctica que, además, ayuda a regular el apetito y a mejorar la digestión.

Por otro lado, un horario establecido crea una rutina que ayuda a que la alimentación sea mucho más equilibrada. Los padres podrán planificar con antelación las comidas y comprobar que se incluyen en la dieta todos los grupos de alimentos necesarios.

Ofrecer gran variedad de alimentos saludables

Con esta estrategia lo que pretendemos es introducir a los más pequeños en la variedad de frutas, verduras, cereales y otros alimentos indispensables. Desde temprana edad, es muy importante que los niños se familiaricen con los principales nutrientes para su crecimiento y desarrollo óptimo.

Los padres tienen la tarea de presentar estos alimentos de forma atractiva para que los niños los asocien con la alimentación saludable. Este hábito saludable para los niños permite que puedan disfrutar de una dieta mucho más equilibrada a largo plazo.

Ambiente positivo durante las comidas

Un entorno tranquilo y alegre alrededor de la mesa ayuda a los más pequeños a disfrutar más de la comida. En este sentido, se recomienda evitar distracciones como la televisión u otros dispositivos electrónicos y fomentar la conversación.

Las comidas deben ser momentos de unión y aprendizaje. De esta forma, se podrá desarrollar una relación sana con la comida desde la infancia.

Utilizar Utensilios de Comida Atractivos y Cómodos

Introducir utensilios de comida bonitos y cómodos puede ser una excelente estrategia para fomentar hábitos saludables en los niños. Al ofrecer platos, baberos y otros utensilios de silicona con diseños atractivos y divertidos, no solo se vuelve más agradable la experiencia de comer, sino que también se puede despertar el interés de los niños más pequeños por probar nuevos alimentos.

La presentación de la comida juega un papel crucial en la percepción que los niños tienen sobre ella. Utilizar utensilios coloridos y atractivos puede hacer que la hora de la comida sea más emocionante y motivadora para los pequeños. Además, la comodidad de estos utensilios contribuye a una experiencia más placentera durante la alimentación, lo que puede ayudar a establecer una asociación positiva con los alimentos desde una edad temprana.

Al elegir utensilios de comida bonitos y cómodos, los padres pueden crear un ambiente agradable y estimulante que fomente la exploración de nuevos sabores y la aceptación de una variedad de alimentos saludables.

No usar la comida como premio-castigo

Usar la comida como premio-castigo suele tener un impacto negativo en los hábitos alimenticios de los niños. No en vano, esta práctica hace que los niños asocien la comida con el comportamiento y no con el hambre y la nutrición adecuada.

Si se recompensa al niño o se le castiga con comida, se distorsiona la percepción del menor sobre el valor nutricional y el interés de la comida. Así pues, debemos fomentar una relación saludable con la alimentación para que la comida se vea solo como una fuente de energía y nutrición.