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El mundo en el que vivimos cada vez es más consciente del impacto ambiental. En este sentido, la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental en el sector de la alimentación. Una empresa de alimentación sostenible es aquella que adopta prácticas que minimizan el daño ambiental y promueven el bienestar social y económico.

Hablamos, por ejemplo, del uso responsable de los recursos naturales, la reducción de desperdicios, la apuesta por proveedores locales o la promoción por una alimentación saludable. Todo esto va a redundar en una imagen de marca mucho más positiva para atraer a nuevos clientes y consumidores.

Sigue estos consejos para ser una empresa de alimentación sostenible

Las empresas de alimentación buscan, por tanto, ser completamente sostenibles. De hecho, más que una tendencia, la sostenibilidad se convierte en una necesidad. Pero, ¿cómo conseguir esto? En Gadisa estamos comprometidos con el medio ambiente, por ello te brindamos una serie de consejos que pueden ayudar a tu negocio.

Eficiencia energética

Implementar medidas de eficiencia energética es una de las tareas a realizar por las empresas de alimentación que desean ser sostenibles. Los equipos y maquinaria que poseen una certificación energética adecuada reducen el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

También se puede instalar iluminación LED para disminuir los costes y usar la energía de forma más eficiente. Por otro lado, se deben realizar estudios sobre el consumo energético para identificar áreas de mejora.

Gestión del agua

Para ser una empresa de alimentación sostenible, la gestión del agua es otra cuestión fundamental. En este caso, se hace necesario optar por sistemas de riego de goteo que reducen el consumo y aumentan la eficiencia. Además, también minimizan los desperdicios medidas como la reutilización de aguas residuales y el uso de tecnologías de ahorro.

Por otro lado, hay que educar a los empleados en prácticas de conservación y comprobar cómo se usa el agua en la empresa para detectar y corregir fugas.

Compromiso con la comunidad

La colaboración con productores locales fomenta la economía de la zona y reduce las emisiones de carbono derivadas del transporte. Además, las empresas deben apoyar las iniciativas de la comunidad para fortalecer su relación con los clientes y reforzar su imagen de responsabilidad social.

Asimismo, la empresa de alimentación sostenible ha de promover la realización de actividades y prácticas ecológicas. Todo esto no solo beneficia al entorno local, sino también a la propia compañía.

Envases y embalajes ecoamigables

El uso de materiales biodegradables o reciclados reduce de forma notable el impacto ambiental en la empresa. Se hace muy necesario eliminar el uso de plásticos y optar por alternativas como el papel reciclado, el cartón y los envases y embalajes ecoamigables para minimizar la generación de residuos.

Esta estrategia contribuye a preservar el medio ambiente y a mejorar la imagen de la empresa. Los consumidores conscientes y comprometidos con la sostenibilidad serán los primeros en tomar a una empresa de alimentación sostenible como referente.

Reducción del desperdicio de alimentos

Por último, es de vital importancia que la empresa implemente prácticas para reducir el desperdicio de alimentos. El personal debe estar lo suficientemente preparado como para manejar los productos perecederos. Además, es muy recomendable establecer colaboraciones con bancos de alimentos para donar los excedentes.

A su vez, también contribuye a la sostenibilidad transformar los desechos orgánicos en compost, ya que se devuelven los nutrientes al suelo. Finalmente, las empresas deben optimizar su cadena de suministro para disminuir las pérdidas y aumentar la eficiencia.

En definitiva, todos estos consejos para ser una empresa de alimentación sostenible no solo benefician al medio ambiente. También son fundamentales para el éxito y el desarrollo de la propia compañía.