Hay muchos que consideran el desayuno como la comida más importante del día. Y, en realidad, no les falta razón. De hecho, es una comida que tomas después de pasar muchas horas sin comer nada, por lo que sirve para reponer las vitaminas y minerales necesarios para pasar el día. Pero, ya que hablamos de este momento, ¿cuál es el desayuno típico gallego?
Tan variada es la gastronomía en Galicia que, realmente, no se puede afirmar con rotundidad que exista un desayuno típico gallego como tal. Porque, ¿quién no ha desayunado en alguna ocasión un buen trozo de queixo do país o queso de Cebreiro untado en pan crujiente y tostado?
Ejemplo de desayuno típico gallego
El clásico café con tostada o zumo es uno de los desayunos más habituales no solo en Galicia, sino en cualquier parte de España. Para darle un poco de variedad, se puede preparar un zumo de frutas y hortalizas de la tierra y unas tostas de jamón ibérico o queso del país con pan puramente gallego.
En un buen desayuno típico gallego no puede faltar alguna pieza de repostería de la tierra. Una rosca de las Rías Baixas o la Costa da Morte, unas mantecadas de As Pontes, las bolas de nata de la comarca del Eume, una deliciosa bica, una empanada dulce o un trozo de las tradicionales tartas de Santiago o Mondoñedo son opciones que todo gallego ha desayunado en alguna ocasión.
Qué beben los gallegos para el desayuno
¿Y qué beben los gallegos en el desayuno? Pues el café es una bebida muy tradicional en esta tierra. Uno de los más típicos es el café de pota, que se prepara con el grano de café recién molido. Si bien es más habitual tomarlo después de comer, a la hora del desayuno sienta como todo un reconstituyente.
Un café que se puede tomar acompañado de una gran variedad de leches en Galicia, ya sean de vaca, de cabra o leches vegetales. En la actualidad, son cada vez más las cafeterías gallegas que están apostando por los zumos naturales elaborados con frutas y verduras de la tierra.
Qué comen los gallegos para el desayuno
Y en un desayuno típico gallego se puede comer prácticamente de todo. Desde las clásicas tostadas con pan del país o pan de Neda a cualquiera de sus bollas y dulces. Un trozo de bica mantecada, una quesada gallega, unas cañas de Carballiño, una empanada de manzana, unos melindres, una exquisita leche frita, un roscón de yema o un bizcocho de Samos pueden ser algunas de las opciones más tradicionales.
Lo cierto es que no existe un único desayuno típico gallego. Las variedades son múltiples dada la profusión de elaboraciones que decoran la gastronomía de Galicia. Lo que está claro es que, desayunes lo que desayunes, está todo riquísimo.